El salón de la casa es sin dudas el lugar más transitado por excelencia: pasamos largos ratos allí vendo la televisión, disfrutando de una película, tejiendo, conversando con la familia unida, leyendo un libro, estudiando para la universidad. Nada mejor que el salón para estas actividades… Y ni que hablar cuando nos visitan otros familiares, amigos o nuestro propio jefe. ¿Dónde lo recibimos? ¿Dónde le servimos un café? En el salón, por supuesto. Por eso es que debe ser la sala del hogar que siempre esté impecable, reluciente, como nueva… Por eso, aquí van unos consejillos para que tu salón se parezca al de la Reina Victoria.
Para esto es necesario un orden estricto, en primera medida. Esto es, si somos adeptos a dejar el correo y las llaves en la mesa cuando llegamos desde afuera, lo ideal es tener una mesita elegante exclusiva para estos menesteres. Sino, todo el ambiente lucirá desordenado y descuidado. Otro punto fundamental es explotar al máximo los puntos fuertes de nuestro salón: esto quiere decir que si tenemos una ventana con gran entrada de la luz del sol, no debemos taparla con una cortina, y menos con una cortina oscura. Eso nunca, por favor…
Por otro lado, hay casas que cuentan con muebles d antaño o demasiado modernos o bien con una valiosa obra de arte: en estos casos es ideal poner alrededor de esas joyas una buena iluminación para que se luzcan y aprecien de la manera más fina y bonita. Claro que si no contemos con estas delicias artísticas, podremos colgar algún título familiar o bien un cuadro que sea importante para la familia.
Si contamos con un espacio muy pequeño para nuestro salón, elegir colores claros para su decoración. Así daremos el efecto de amplitud y espacio. Sino, demos riendas sueltas a la imaginación.
