Muchas veces cuando fuimos pequeños, o estuvimos en edad escolar, hemos soñado con las profesiones que queríamos desarrollar una ve que fuéramos grandes, y realmente los Legos, esos pequeños ladrillos de juego nos han dado más de una satisfacción, ya que con ellos hemos llegado a cumplir nuestro sueño creando altas torres de colores, o casas completas, con desproporcionados dormitorios. Tanto nos gustaban estos juguetes, que muchos hemos soñado con construir nuestra casa soñada con ellos y a escala natural.
Pues bien, aunque eso no es posible, Lego pensó en nosotros ya que para que volvamos a sentirnos por un rato esos pequeños niños que imaginaban ser excelentes constructores; aunque no podemos armar nuestro propio castillo con ellos, podemos utilizarlos como forma de guardar la enorme cantidad de cosas que no encuentran un determinado lugar en nuestro hogar, ya que la industria que fabrica estos singulares ladrillos de colores ha lanzado una línea de estos objetos en versión gigante, para que ayuden o sean de gran utilidad a la hora de ordenar cada una de nuestras habitaciones.
Así, adquiriendo estos particulares juguetes gigantes en las tiendas STORE, podemos ponernos a la par de nuestros hijos y construir diferentes formas para nuestros organizadores o aparadores, mientras ellos juegan a diseñar los mundos que habitan en su imaginación.
El precio de estos Legos es de alrededor de 27 dólares para los “medianos” (aquellos que cuentan con cuatro “puntos”), y 41 dólares para los “grandes” (aquellos que son de ocho “puntos”). Además, podemos adquirir en esas tiendas la cabeza del “hombre Lego”, que es hueca para que pueda servir de contenedor.
De esta manera, hemos encontrado una manera de volver a nuestra infancia y ordenar nuestro hogar al mismo tiempo, a través de la utilización de estos fantásticos juguetes.
