Uno de los sueños de cualquier hombre (¿y por qué no de cualquier mujer también?) es tener su propio salón de juegos. Muchos son los que trabajan duro para poder concretar ese sueño. Y una vez hecho realidad, se abre otro interrogante: ¿cómo ambientarlo de la mejor manera? En este punto cada uno debe seguir su propio instinto y dejar que el gusto fluya de una manera libre y sincera. Pero claro que hay varios puntos importantes y tips para que el salón de juego sea realmente una atracción dentro del hogar.
Lo fundamental es que las paredes luzcan un color bien sobrio y apagado. En este caso podemos optar por un verde inglés o un rojo bien opaco. Sino, que el ambiente sea enteramente de madera es una muy buena posibilidad para tener en cuenta. De esta manera las paredes quedarán bien a tono con el resto de accesorios que iremos agregando con el tiempo.
Sobre una de las paredes siempre debe haber un juego de dardos, bien típico de las tabernas del lejano oeste. Y claro que si conseguimos pistolas antiguas o sombreros de la época, los debemos colgar a modo decorativo.
Por otro lado, es fundamental que haya una mesa (de madera bien oscura de ser posible), para poner en práctica los juegos que nos plazcan. El paño verde es un detalle que no debe pasarse por alto, así como una baraja de póker y un juego de dados. En la mesa siempre debe haber un cenicero como mínimo, porque es habitual fumar durante las partidas de póker. Claro que debe haber un espacio para la mesa de pool y un pequeño bar, para tener siempre a mano un buen vaso de whisky o una cerveza bien fría. La caja de habanos importados es un detalle lujoso que enaltece la figura del anfitrión.
