Cuando estamos en la sala, muchas veces sentimos que nos falta algo, que hay un toque final que quedaría bien en la decoración general y no sabemos cuál es. Y esa duda nos da vueltas incesantemente. Pero la respuesta no tardará en aparecer: las alfombras. Estas, son las mejores aliadas a la hora de darle un tinte distinto a la sala, lleno de confort, lujo y mucho diseño…
Claro que no todo es tan sencillo como parece. Porque hay varias cosas que definir antes de elegir el diseño de nuestra alfombra. Primero, debemos optar por dos caminos bien diferentes: o bien poner alfombra por todo el piso. Y sino, elegir las alfombras más pequeñas, que solo abarcarán una parte de la sala.
Si elegimos la primera opción, debemos tener en cuenta que no es recomendable elegir colore fuertes, como el rojo, el verde o el azul. Así, nos cansaremos muy rápido de ese color y querremos cambiarla antes de que pase siquiera un mes. Lo ideal es encontrar tonos medios, pasteles o de una gama bien fina. Cuidado: el color blanco no conviene para estas situaciones porque se ensucia con rapidez. Más, si nuestra casa es amplia y posee ventanas, por donde el polvillo entra muy fácilmente. Un color verde claro o gris topo son las mejores oportunidades, sobre todo, porque quedan bien con cualquier estilo.
Distinto es si nuestra idea es poner una alfombra de tamaño medio o chico. Allí, cambia radicalmente la situación. Porque podremos colocar una llena de colores y formas, que quedará muy bonita. Sobre todo si nuestra casa está regida por los colores blancos o pasteles. Así, la alfombra de colores se destacará sobre el resto. Fíjense muy bien, porque hay diseños realmente muy bonitos, que cuadrarán de manera ideal en su sala.
