La decoración es una parte importante del hogar, aquella que nos quita horas de sueño pensando: “¿Lo pongo allí o lo pongo allá?, ¿Quedará más bonito en rojo o en azul?, ¿Lo compró o no lo compró?”. Preguntas como estas nos azotan día tras día, cuando intentamos encontrar el mejor estilo y diseño para el lugar conde vivimos. Lo cierto es que con varios consejos y una decisión firme, se puede llegar al ideal de hogar que tanto anhelamos.
Pero hay algo que debemos tener en cuenta y no debe pasar de largo… Una vez que terminamos con la decoración de la casa, es fundamental saber que la misma está para ser disfrutada, aprovechada al máximo. Cada rincón, cada lugar, cada centímetro. Para que allí, además de comer, bañarnos y hacer las cosas cotidianas, también podamos poner en práctica nuestros gustos y placeres. Muchos adquieren una mesa de ajedrez, una televisión o un equipo de música. Pero siempre debemos tener un espacio para la lectura.
En entregas pasadas hablamos de la necesidad de tener un espacio meramente de lectura. El consejo de hoy apunta a otro lado diferente. Claro que si tenemos la posibilidad de contar con una vasta biblioteca, ¡bienvenida sea! Pero nos referimos a otro tipo de lectura… Es ideal, en alguna mesa que tengamos en la sala, desparramar revistas de actualidad, de decoración y, porque no, de deportes. Esto, sin dudas, nos dará un toque de distinción. Ojo, estas deben lucir desordenadas, dando la sensación de que son de consulta habitual.
Pero claro que hay otra manera de tener las revistas en la sala y que se luzcan mucho más. Hablamos de los revisteros. Entre ellos podremos encontrar muchos diseños y estilos, que encajarán de la mejor manera en nuestra sala. Atención: siempre deben estar cerca de los sillones o algún lugar de confort bien iluminado…
