De entre los múltiples factores que pueden afectar a la estructura de un edificio, la humedad es sin duda uno de los que más daño puede hacer a medio o largo plazo. El uso prolongado de mecanismos humidificadores, el frío o las lluvias (estos dos últimos factores con los que estamos empezando a lidiar, con la llegada por fin del verdadero otoño) provocan efectos que quizás no son visibles en un primer momento, pero que poco a poco van perjudicando paredes y techos.
Algunos de los aspectos que pueden mostrarnos un problema soterrado de este tipo son la aparición de vaho en nuestras ventanas o espejos, de manera excesiva; moho en los rincones y en las esquinas del techo; desprendimientos de pintura o yeso, tanto en interiores como en exteriores; y el surgimiento inesperado de salitre.
Para la protección de nuestro hogar, nuestra oficina o cualquier otro local en el que hayamos detectado estos síntomas, una de las mejores opciones es recurrir a la empresa Murprotec. Con dilatada experiencia de más de cincuenta años a nivel europeo, tanto en pequeños como en grandes edificios, Murprotec se hace cargo del problema estudiando tres frentes: las humedades por condensación, las de infiltración y las de capilaridad.
Murprotec realiza un estudio exhaustivo del edificio atendiendo a todos ellos, para poder desarrollar un plan de actuación adecuado a cada característica particular. Asimismo, emplea técnicas patentadas y exclusivas, con resultados óptimos contrastados durante más de treinta años de servicio en el sector de la construcción. Desde su página web podemos acceder a más información e incluso solicitar un diagnóstico gratuito y sin compromiso.
