Un castillo encantado, un bosque mágico, un mundo cibernético, o una cancha de fútbol…todos esos escenarios tienen algo en común, y es el hecho de que todos habitan en la imaginación de un niño. La habitación de un pequeño suele ser el escenario de todos sus juegos, es por eso que la decoración de este ambiente debe pensarse de forma original, innovadora y única.
Muchas veces se recurre a pintar murales en las paredes, para convertir el espacio de descanso del niño en un salón de juegos, creando de esa forma un ambiente estimulador para el infante. Lo importante para lograr armonía en la habitación es que todos los elementos que formen parte de esta atmósfera tengan en común un mismo tema, y que los colores utilizados acompañen la decoración fantástica.
El hecho de llevar a lo pictórico a una habitación favorece a la creación de una atmósfera dinámica y fresca, y por otra parte es una forma muy efectiva y económica de renovar los espacios para las habitaciones de los más pequeños, pero también es una buena propuesta para redecorar los ambientes destinados a los adolescentes. En este último caso, los diseños estarán orientados a otro tipo de temas, tal como sus bandas de música preferidas o las películas que más les gustan.
El crear un ambiente divertido y relajante en sus cuartos, donde los niños puedan sentirse parte de un mundo inventado solo para él, da lugar al total disfrute de cada uno de los rincones de la habitación, y dará paso también a obtener un descanso más efectivo, sin ningún tipo de distracciones.
