Las propiedades del agua ya eran conocidas por los griegos y romanos que realizaron los famosos baños públicos para incorporarlos a su cultura.
El agua caliente dilata los vasos sanguíneos, estimulando la circulación de la sangre.
Estos beneficios se incrementan se si combina el agua con aire y se aumenta su presión. El efecto que se consigue es semejante a los masajes realizados por profesionales.
La terapia del hidromasaje es muy positiva para combatir desórdenes del sistema nervioso y el estrés, logrando un efecto de relajación sobre el organismo.
Hay diferentes formas de bañeras o duchas con hidromasaje.
De diseños amplio, pequeños, redondos, exagonales, de doble función, de aire, y muchas más.
Para limpiar la bañera de hidromasaje se usa una esponja empapada en detergente neutro líquido y se seca con franela o paño seco, frotando la superficie.
No se recomienda usar productos abrasivos que contengan alcohol u otro químico, dado que estropean la superficie.
Es conveniente por lo menos dos veces al año realizar una limpieza profunda del mecanismo interno de la bañera, llenándola de agua a 40ºC, con un poco de detergente anticalcáreo y se pone en funcionamiento el sistema de hidromasaje durante 5 minutos.
Ideal para relajarse, quien pueda tener una en su casa o utilizarla en algún sitio, con la bañera de hidromasaje se sentirá mucho mejor, sin estrés.