El beneficio principal de contar con un suelo laminado o piso flotante en vez de con forrados en madera reside en que no necesitan ningún mantenimiento especial y proporcionan larga durabilidad sin perder su calidad original por el desgaste habitual.
Sus principales características son que están compuestos por capas de papel impregnadas con resinas sintéticas soldadas y sometidas a alta presión.
Cada pieza incluye una lámina protectora de papel empapada en resina de melamina, la capa decorativa de alta resistencia con el interior de capas de papel con resina.
Hay gran variedad, estampados o lisos, así como acabados con brillo, mate o texturados. Se pueden combinar dos diseños para darle un toque más personal. Hay modelos rústicos en madera envejecida que cuentan tambien con diversas texturas y barnices de distintos colores.
Son pisos fáciles de mantener ya que sólo debemos pasar la aspiradora o un trapo húmedo para que queden nuevos otra vez.
Algunos fabricantes cuentan con pavimentos antialérgicos con aprobación medioambiental y superficies repelentes del polvo y la suciedad.
La instalación de este tipo de pisos es bastante sencilla, se basa principalmente en la habitual colocación con cola y un nuevo sistema de colocación de las capas que lo esplica cada fabricante o vendedor en particular.
A la hora de elegir se debe comprobar la garantía, el tamaño acorde a lo que necesitamos, el grosor y la clase de uso recomendado (interior, exterior, etc.)
Pisos fáciles de colocar, de limpiar y bellos a la vista de quien los tenga en su hogar.
