Todos pensamos que podemos decorar nuestro hogar, y se nos ocurren mil y una ideas para conseguir ese ambiente que tanto hemos soñado… pero, a la hora de la verdad, reconozcámoslo, no siempre somos capaces de plasmar en la realidad lo que tenemos en la cabeza. La decoración puede considerarse un arte, del mismo modo que la pintura o la escultura, y sigue unas reglas y patrones que debemos conocer. Por supuesto, todos podemos intentarlo con mayor o menor éxito… pero si lo que queremos es un acabado verdaderamente profesional en nuestra casa, lo mejor es acudir a los decoradores.
También llamados interioristas, son los especialistas en encontrar la mejor forma de ambientar no sólo un hogar, sino cualquier recinto. En los locales comerciales muchas veces se recurre a ellos para conseguir el toque que resulte suficientemente atrayente para el cliente, y que favorezca unas determinadas sensaciones: la confianza, la tranquilidad, la seriedad o, por el contrario, la informalidad… La teoría de los colores, por tanto, tiene mucha importancia, en conjunción con la psicología.
Las propias empresas de mobiliario, en ocasiones, pueden facilitarnos el servicio de los interioristas. Es importante que siempre pidamos un presupuesto previo, para comprobar que el trabajo nos sale rentable. Al igual que sucede con otras parcelas del mundo de la moda, como todo lo relativo a ropa, zapatos, etc., las tendencias en decoración de interiores cambian constantemente; si nuestro deseo es estar a la última y acercarnos a las vanguardias del momento, sin duda acudir a un profesional es la mejor opción.
