El tema de la decoración no solo se trata de elegir un bonito color de pintura, de saber acomodar los muebles, de que la casa huela bonito o de que el Feng Shui se cumpla a raja tabla. Claro que todos estos factores son muy importantes, pero lo más importante es que la decoración de nuestra casa sea un reflejo nuestro, que se note nuestro toque, nuestra alma, nuestros gustos… Y eso ningún experto de decoración lo puede dar. Eso depende de ustedes amiguitos y amiguitas seguidoras de este pequeño espacio…
Lo ideal es darle este toque personal con fotos, por ejemplo. Las mismas, como ya hemos visto en entregas anteriores de este mismo blog, deben estar distribuidas de forma estratégica. Pero no solo eso. Si hay algún artista en la casa, es recomendable que alguna obra se luzca en la sala, de manera que todos sepan que esa persona pinta, hace esculturas o artesanías… Por otro lado, también debemos dejar a la vista el título obtenido en la Universidad, a modo de que todos los que visiten nuestra casa sepan que allí se encuentra un profesional.
Por otra parte, lo que no debemos dejar de lado es nuestros gustos respecto a la literatura y a la música. ¿Y cómo hacemos para que estos queden en evidencia? Realmente muy fácil… Los libros, por ejemplo, pueden estar arriba de una mesa, de forma desordenada pero bonita. Así, quedarán a mano de cualquier invitado. Eduardo Galeano, Ernesto Sábato, Cervantes, Drummond, Isabel Allende y todo el resto de los escritores favoritos deben aparecer allí.
Con la música sucede algo parecido… Los discos que representen nuestro gusto deben estar muy cerca del equipo, con el fin de que se escuche muy seguido. Todos deben estar ahí: Muchachito Bombo Infierno, Sabina, Lady Gaga o Porsuigieco… El que sea de su gusto.
