En la decoración de la casa es esencial que las plantas y los arreglos florales queden de la mejor manera. Hay algunas que necesitan algún tipo de cuidado especial y no es tan fácil como parece. Igualmente, desde acá les daremos algunos consejitos para que la belleza de su casa y la naturalidad mantengan una excelente sintonía. Hoy le toca al jazmín, con su aroma tan particular y delicioso.
El jazmín es una planta trepadora que puede llegar a alcanzar los 4,5 m de largo. Pero también se les puede fijar un alambre o un palo corto de 40-50 cm y para que se enrolle la planta en el palo o alambre. Esto es fundamental ya que de esta manera puede crecer en forma pareja y no desbordarse.
Por otra parte, la planta del jazmín no necesita mucha luz y puede llegar a estropearse con luz directa por eso se recomienda que se crezcan los jazmines en invernaderos y regresarlas a casa para que florezcan y adornen la casa y la ambiente. La temperatura ideal del jazmín son los 13ºC y en verano pueden soportar hasta los 21ºC solo si hay buena ventilación.
Su época más importante de floración es de enero a marzo. Y hay que tener en cuenta que u riego en verano debe ser una vez cada dos días y en invierno cada cuatro. En cuanto a su limpieza se recomienda que solamente se la rocíe con agua tibia.
Los problemas más comunes que suele tener el jazmín son: que los capullos no se abren y que los capullos de se vuelven color marrón. El primero se debe a que la planta no recibe luz suficiente, por eso es recomendable trasladar al jazmín a un lugar más iluminado pero sin luz directa. Y el segundo se debe a que está en un sitio en el que recibe demasiada luz directa, por eso llevarla a un lugar con más sombra. Lo ideal es que tenga una intensidad de luz justa.